Procedimiento para repartir una herencia a partes iguales
Un reparto a partes iguales no implica que cada heredero recibe el mismo tipo de bienes, sino que los bienes adjudicados tienen el mismo valor económico. Para que esto sea posible, hay que seguir un orden lógico y cumplir con los requisitos establecidos en el Código Civil.
Recopilar la documentación necesaria
Lo primero es acreditar que se tiene la condición de heredero y hacer un inventario que determine cuáles son los bienes y deudas que forman parte del caudal hereditario.
En este punto pueden hacer falta documentos como:
- Certificado de defunción del causante.
- Certificado de últimas voluntades.
- Copia autorizada del testamento o, en su defecto, escritura pública de declaración de herederos.
- Documentación relativa a los bienes: escrituras, notas simples, recibos de impuestos como el IBI, extractos de saldos bancarios, etc.
Liquidar deudas y cargas
Antes de llevar a cabo el reparto hay que liquidar las deudas que el fallecido tuviera pendientes de pago y los gastos que se hayan generado tras su muerte.
Esto puede implicar el pago de:
- Cuotas de la hipoteca.
- Préstamos personales.
- Suministros de la vivienda.
- Gastos de comunidad.
- Gastos propios del proceso de reparto de la herencia: notario, gestoría, etc.
Formar el inventario
El inventario recoge los bienes y derechos que componen la herencia y la valoración de los mismos. Lo más habitual es incluir:
- Inmuebles.
- Vehículos.
- Dinero en cuentas bancarias.
- Acciones, participaciones sociales y/o fondos de inversión.
- Joyas, muebles de valor, etc.
- Créditos pendientes de pago por parte de sus deudores.
- Devoluciones de impuestos pendientes de recibir a la fecha de fallecimiento.
Calcular las cuotas
El inventario es la base para calcular el valor total del caudal hereditario y repartirlo de forma equitativa entre los herederos. Por ejemplo, si son tres hermanos, cada uno tiene derecho a un tercio del valor neto de la herencia (el valor de los bienes menos las deudas).
El reparto se puede hacer de dos maneras:
- Por adjudicación directa de bienes y compensación con dinero si es necesario.
- Por venta y reparto del precio. Se venden todos o parte de los bienes de la herencia y lo obtenido se reparte entre los herederos.
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Cálculo de la masa hereditaria de los bienes a repartir
La masa hereditaria está formada por el conjunto de bienes y derechos que deja el causante, previa deducción de las deudas y cargas. Para hacer bien el cálculo hay que dar los siguientes pasos:
Valorar todos los bienes
- Inmuebles. Lo más sencillo es recurrir a una tasación profesional o, en su defecto, al valor de referencia catastral.
- Dinero y activos financieros. Se valoran por el saldo o cotización a la fecha de fallecimiento.
- Bienes muebles. Se valoran según el precio de mercado. Si son bienes de especial valor, como joyas o antigüedades, entonces es mejor solicitar un informe pericial.
Pagar deudas y cargas
Del valor total de los bienes hay que descontar:
- Deudas personales del causante.
- Hipotecas sobre los bienes de la herencia.
- Impuestos pendientes de pago, principalmente IRPF e IBI.
El resultado de restar al valor de los bienes el importe de las deudas es el caudal relicto neto.
Calcular la parte de cada heredero
La operación es sencilla, basta con dividir el caudal relicto neto entre el número de herederos. Por ejemplo, si el caudal relicto neto es de 150 000 euros y hay tres herederos, cada uno de ellos debe recibir bienes por valor de 50 000 euros.
Métodos prácticos para asignar inmuebles y efectivo sin desequilibrios
El dinero en efectivo es el bien más fácil de repartir dentro de una herencia, son los bienes muebles, y especialmente los inmuebles, los que provocan más problemas de herencias entre hermanos.
Si se busca un reparto a partes iguales, cada uno de los herederos debe recibir bienes por el mismo valor que el resto, y hay varias formas de lograrlo:
Adjudicación de compensación en metálico
Si un heredero recibe un bien cuyo valor excede el de su cuota de la herencia, tendrá que compensar a los demás pagando la diferencia. Esto se conoce como exceso de adjudicación y se tiene que documentar en escritura pública para evitar problemas.
Por ejemplo, para repartir una herencia de una casa entre hermanos de 300 000 euros entre tres hermanos hay una vivienda de 180 000 euros y 120 000 euros en efectivo en cuentas corrientes. Si uno se queda la vivienda, debe pagar 20 000 euros a cada uno de sus hermanos para que todos reciban un valor de 100 000 euros.
Venta y reparto del precio
Con frecuencia, para que la adjudicación de inmuebles no cause problemas, lo que se hace es venderlos y repartir el dinero a partes iguales. Esto acaba con las discusiones sobre valoraciones y evita que se genere un proindiviso que puede convertirse en motivo de conflicto en el futuro.
Sorteo o adjudicación rotativa
En herencias que tienen muchos bienes de valor similar se puede hacer el reparto por lotes equivalentes y luego adjudicar estos por sorteo o por turnos.
Aunque es un método equitativo, siempre suele haber alguien que no está del todo conforme con el lote que se le ha adjudicado y esto puede desencadenar conflictos.
Usos temporales
Cuando hay bienes de valor sentimental de los que ningún heredero se quiere deshacer, la solución más justa suele ser un pacto de uso o posesión rotatoria.
¿Qué sucede si el testador deja sus bienes para repartir a partes iguales sin hacerlo en vida?
Es común que el testador indique en su testamento que desea que sus bienes se repartan “a partes iguales”, sin especificar cómo adjudicar cada bien. Esto da lugar a varios escenarios:
Reparto amistoso
Si no hay problemas entre los herederos, estos pueden acordar entre ellos cómo se adjudica cada bien, aplicando compensaciones en metálico si fuera necesario.
Este acuerdo se plasma en la escritura de partición y así la herencia se reparte de una forma rápida y sencilla.
Nombramiento de contador-partidor
El causante a través de su testamento, o los herederos por voluntad propia, pueden designar un contador-partidor. Esta persona se encargará de llevar a cabo las operaciones divisorias y se asegurará de que todo el mundo reciba bienes por igual valor.
Bloqueo y vía judicial
Si no es posible el acuerdo entre los herederos ni la intervención del contador-partidor, la única salida para que la herencia no quede bloqueada es que cualquiera de los interesados interponga una demanda para pedir la división judicial de la herencia, regulada en la Ley de Enjuiciamiento Civil.
En este caso, el juzgado se encargará de hacer el inventario, valorar los bienes y adjudicar los lotes a cada heredero, procurando la igualdad.
Protección de la legítima
Si el reparto a partes iguales que quería el testador afecta a la legítima de los herederos forzosos, estos pueden reclamar el complemento de legítima o la reducción de disposiciones inoficiosas.
Cuando se trata de cómo repartir la herencia a partes iguales, es importante que haya buena disposición por parte de todos los herederos, que estos muestren cierta flexibilidad a la hora de la adjudicación de los bienes y que cuenten con asesoramiento legal a lo largo de todo el proceso.
Si estás inmerso en el reparto de una herencia, desde Javaloyes Legal te podemos ayudar tanto a conseguir una solución amistosa extrajudicial como si es necesario acudir a los tribunales.
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