Qué se considera un mal diagnóstico médico
Hay error médico cuando el profesional sanitario interpreta de forma errónea los síntomas del paciente; emite un juicio clínico incorrecto o no es capaz de detectar una patología presente. Este fallo puede tener su origen en causas como una exploración física incompleta, la omisión de pruebas necesarias para el diagnóstico o la interpretación incorrecta de los resultados de las pruebas realizadas.
Desde el punto de vista jurídico, no todo error de diagnóstico implica responsabilidad civil. El Tribunal Supremo ha señalado que la medicina es una ciencia «de medios y no de resultados», lo que significa que no existe una obligación legal de curar al paciente. Sí existe, en cambio, el deber de aplicar los medios adecuados conforme a la lex artis para realizar el diagnóstico y el tratamiento de las patologías.
En base a este criterio, el diagnóstico médico erróneo se considera jurídicamente reprochable solo en aquellos casos en los que el médico no ha actuado conforme a la lex artis. Por ejemplo, si se omiten pruebas fundamentales que habrían permitido detectar a tiempo un cáncer.
A nivel legal se diferencia entre:
- Diagnóstico incorrecto. Cuando se detecta una enfermedad equivocada.
- Diagnóstico tardío. Se identifica la patología correcta, pero demasiado tarde como para darle un tratamiento efectivo.
- Diagnóstico incompleto. Se detecta parcialmente el problema de salud, pero se omiten aspectos relevantes del mismo.
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Errores de diagnóstico más frecuentes
Según los datos del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos y el Servicio de Defensa del Paciente, los errores más habituales afectan a las especialidades de:
- Oncología. Con diagnósticos tardíos de cáncer, especialmente en los casos de mama, colon, pulmón y páncreas.
- Urgencias. No detección de infartos, apendicitis o ictus.
- Pediatría. Omisión de enfermedades raras o síntomas atípicos.
- Ginecología. Diagnósticos erróneos en embarazos o patologías uterinas.
- Neurología. Confusión entre enfermedades neurodegenerativas o psiquiátricas.
Una de las causas más recurrentes del error es el uso insuficiente o inadecuado de pruebas complementarias. También son bastante frecuentes los errores de interpretación de las pruebas.
Estos casos dan lugar a responsabilidad legal porque no solo afectan a la salud del paciente, sino que suponen una pérdida de oportunidad para recibir un tratamiento efectivo.
Equivocarse en un diagnóstico puede costar tiempo, salud y esperanza. Cuando ese error nace de la negligencia, la justicia se convierte en la herramienta para reparar lo perdido
Cuándo se considera negligencia un diagnóstico erróneo
La doctrina jurisprudencial entiende que hay negligencia médica
cuando el profesional médico no sigue los protocolos clínicos establecidos o no emplea los medios razonablemente exigibles en su especialidad.
El Tribunal Supremo, en su sentencia 4536/1999, define la negligencia médica como «la conducta contraria a la diligencia exigible en el ejercicio de la profesión médica, atendidas las circunstancias del caso concreto«.
Para que se pueda exigir responsabilidad legal al médico deben estar presentes estos tres elementos:
- Daño. Que el paciente haya sufrido un perjuicio físico, psicológico o económico.
- Acción u omisión negligente. Realización u omisión de un acto médico alejado de la lex artis.
- Relación de causalidad. El daño tiene que ser consecuencia directa del diagnóstico erróneo.
Si el diagnóstico erróneo se ha producido pese a haber actuado el médico con la diligencia exigida, no habrá lugar a responsabilidad.
¿Es posible reclamar por un mal diagnóstico médico?
El afectado puede plantearse tres vías de acción:
- Vía civil. Para reclamar una indemnización por los daños y perjuicios sufridos.
- Vía penal. En aquellos casos en los que el diagnóstico erróneo se puede considerar un delito si hay imprudencia grave por parte del profesional
- Vía contencioso-administrativa. Si el médico trabaja en el sistema público de salud.
Como particularidad en estos casos, los familiares del paciente también pueden reclamar en vía civil si han sufrido daños derivados del mal diagnóstico, por aplicación del principio de solidaridad familiar.
Cómo demandar a un médico por diagnóstico erróneo
El procedimiento es complejo, pero resulta más sencillo si se cuenta con asistencia legal especializada desde el primer momento.
Identificar la vía jurídica adecuada
El primer paso es determinar ante qué tribunales se debe actuar. Si el médico forma parte de la sanidad pública, entonces la competencia le corresponde a los Juzgados de lo Contencioso-Administrativo. El régimen jurídico aplicable en este caso es el de responsabilidad patrimonial de la Administración que recoge la Ley del Régimen Jurídico del Sector Público.
En estos supuestos no es necesario probar culpa o negligencia, basta con acreditar que hubo una relación de causalidad directa entre la asistencia sanitaria prestada y el daño sufrido.
Si el médico trabaja en la sanidad privada, la competencia le corresponde a los Juzgados de lo Civil y se aplica el régimen de responsabilidad contractual o extracontractual (según el caso) previsto en el Código Civil.
Aquí sí es necesario probar que existió culpa o negligencia médica por parte del facultativo, además de la relación de causalidad entre la asistencia y el daño.
En los casos excepcionalmente graves se puede acudir a la jurisdicción penal. Si se acredita una imprudencia grave que ha dado como resultado lesiones graves o la muerte del paciente, al médico se le impondrá responsabilidad penal y responsabilidad civil (el pago de una indemnización).
Recopilar la documentación médica y obtener un informe pericial
Hay que solicitar el historial clínico completo del paciente, documento en el que constarán los informes, las pruebas realizadas, los diagnósticos y los tratamientos.
También es necesario contar con los servicios de un perito médico que analice la historia clínica y determine si el médico se apartó o no de la lex artis. Esta prueba es esencial para demostrar el nexo causal entre el acto médico negligente y el daño producido.
Presentar la demanda
El último paso es la presentación de la demanda. Si el médico trabaja para la sanidad pública, primero hay que presentar una reclamación por responsabilidad patrimonial en vía administrativa. Si no se obtiene respuesta, o esta es denegatoria, entonces se puede acudir a los tribunales.
En los supuestos de médicos que trabajan en la sanidad privada, se puede acudir directamente a los juzgados de lo Civil para exigir su responsabilidad.
En todo caso, es esencial que la demanda incluya una valoración de la indemnización. Esta se calcula teniendo en cuenta factores como:
- Daño físico sufrido o secuelas permanentes.
- Daño psicológico.
- Lucro cesante (pérdida de ingresos por no poder trabajar).
- Gastos médicos y farmacéuticos.
- Daños morales.
- Daños a familiares (en casos de gran invalidez o fallecimiento).
Demandar a un médico por un mal diagnóstico exige rigor probatorio y un conocimiento jurídico especializado en este tipo de temas. Si necesitas ayuda legal para iniciar tu reclamación, en Javaloyes Legal estamos a tu disposición.
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