¿Qué se considera negligencia médica y cuándo puedo demandar?
Los especialistas en salud tienen la obligación de seguir la lex artis, entendida esta como el conjunto de reglas, conocimientos y prácticas que están aceptadas por la comunidad de profesionales sanitarios como correctas y adecuadas en atención a las circunstancias concurrentes.
Si el profesional de la salud incumple los estándares médicos aplicables y le provoca un daño que se podría haber evitado en caso de seguir los protocolos adecuados o actuar con la diligencia debida, estamos ante un supuesto de daño antijurídico que da lugar a indemnización.
El Código Civil señala que, quien por acción u omisión cause un daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado. Esta reparación se lleva a cabo a través del abono de una indemnización que se conoce como responsabilidad civil.
En el caso de sanitarios que prestan servicios en la sanidad pública, lo que se hace es una reclamación de responsabilidad patrimonial a la Administración, que se sustancia de conformidad con lo establecido en la Ley del Régimen Jurídico del Sector Público.
Elementos necesarios para presentar una reclamación
No siempre que un paciente sufre un daño se puede hablar de negligencia. Para que exista responsabilidad deben concurrir los siguientes elementos:
- Existencia de una acción u omisión contraria a la lex artis médica.
- Daño o perjuicio real causado al paciente. Puede ser un daño físico, psicológico o económico.
- Relación de causalidad entre la actuación médica negligente y el daño que sufre el paciente.
- Ausencia de causas que justifiquen el resultado lesivo. Por ejemplo, una complicación inevitable o un riesgo asumido por el paciente de forma informada.
Si todos estos elementos están presentes, entonces se debe estudiar la posibilidad de presentar la reclamación, ya sea civil o administrativa.
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Probabilidades de ganar un juicio por negligencia médica
Aunque las probabilidades en principio son bajas, tiene su razón de ser. Si no se ganan más juicios es por motivos como estos:
- Dificultad para demostrar que existe una relación de causalidad entre la actuación u omisión médica y el daño.
- Falta de pruebas contundentes, especialmente de pruebas periciales.
- Complejidad técnica de los casos médicos que, en muchos casos, requieren la interpretación por parte de expertos, ya que es un tema que escapa del ámbito de conocimientos de un juez.
- Presunción de legalidad de la actuación médica, especialmente cuando el sanitario trabaja en el ámbito público.
En una demanda por negligencia médica, la diferencia no la marca la sospecha, sino la prueba. Un equipo de abogados especializado, apoyado en los mejores peritos, puede transformar un caso incierto en una sentencia favorable
Prueba pericial e historial clínico
La falta de pruebas contundentes constituye una de las principales razones que pueden inclinar la balanza a favor de la parte demandante.
En los juicios por negligencia médica, la prueba pericial es la prueba reina. En estos casos se contrata a un perito, que suele ser un médico especialista que no está vinculado en modo alguno con el procedimiento legal. Lo que hace este especialista es revisar el historial clínico del paciente y emitir un informe técnico que determinará si, a su juicio, hubo o no negligencia.
El primer paso para obtener la pericial es conseguir antes el historial clínico completo del paciente. Este documento incluye:
- Diagnósticos.
- Tratamientos aplicados.
- Resultados de las pruebas realizadas.
- Comunicaciones con el paciente.
- Intervenciones quirúrgicas y sus informes.
Permite hacer un seguimiento preciso de la atención que ha recibido el paciente, cómo ha sido esta y quién la ha brindado. De ahí que el perito analice la historia clínica en profundidad, a fin de detectar si se han seguido correctamente todos los protocolos que marca la lex artis o si, por el contrario, ha habido alguna desviación que se pueda calificar como negligencia.
Para que la prueba pericial sea de la mejor calidad posible, se aconseja:
- Que el perito esté especializado en la materia objeto de la controversia: cirugía, ginecología, oncología, etc.
- Que el informe sea claro y técnico, pero también comprensible para el juez.
- Que el perito defienda su informe durante la vista oral del juicio con habilidad, para responder dudas y hacer aclaraciones.
El juez no está vinculado por lo que diga el perito en su informe, pero si la prueba pericial está bien realizada, existen muchas posibilidades de que la autoridad judicial base en ella su decisión sobre si hubo o no negligencia.
Factores clave para elevar el porcentaje de éxito en demandas médicas
En ningún proceso judicial está garantizada una sentencia favorable, pero en los casos de negligencia médica hay factores que pueden aumentar de forma significativa las posibilidades de éxito.
Contar con asesoramiento jurídico especializado
Los juicios por negligencia médica tienen una alta complejidad técnica y legal que no todos los abogados son capaces de manejar. Afrontar estos procesos requiere tener conocimientos muy específicos de derecho sanitario y sobre el funcionamiento del sistema de salud tanto público como privado. Por eso, es importante elegir un despacho que tenga experiencia probada en este tipo de demandas. No vale cualquier abogado, desde luego.
Actuar dentro de los plazos legales
El plazo para reclamar es de prescripción y no demasiado largo, así que hay que interponer la demanda lo antes posible.
El interesado tiene entre uno y cinco años para reclamar (depende del tipo de responsabilidad exigida y de la vía judicial escogida). El tiempo empieza a contar desde que el daño se estabiliza, desde que se conoce o desde que se recibe el alta definitiva.
Para evitar perder el derecho a reclamar por el mero paso del tiempo, lo mejor es ponerse en manos de abogados especializados cuanto antes.
La historia clínica
No es posible iniciar un procedimiento de reclamación sin pruebas documentales. Por eso, lo primero es conseguir el historial clínico completo y cualquier otro documento que pueda estar relacionado con la atención recibida por el paciente.
Si el afectado ha pasado por otros especialistas tras sufrir el daño (rehabilitadores, psicólogos, etc.), también hay que aportar esta documentación.
Cualquier centro médico público o privado, tiene la obligación de entregar el historial clínico al paciente. Si no lo hace, el afectado puede presentar una denuncia a la Agencia Española de Protección de Datos e incluso iniciar acciones judiciales.
Apoyarse en informes periciales solventes
El perito debe ser un profesional con experiencia en el área médica específica y con capacidad para defender su informe en sede judicial.
Si el informe es poco claro, sin base científica o contradictorio con el historial clínico, puede ser desestimado. En cambio, si es claro y está bien realizado y defendido, puede inclinar la balanza a favor del demandante, aunque hay que contar con que la parte reclamada a buen seguro aportará sus propios informes periciales..
Las probabilidades de ganar un juicio por negligencia médica son elevadas cuando el caso está bien planteado desde el punto de vista jurídico y se pueden presentar pruebas de calidad. No estás solo ante una situación de este tipo, en Javaloyes Legal somos expertos en Derecho sanitario y estamos aquí para ayudarte a defender tus derechos con rigor y humanidad.
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