¿Qué es la lex artis?
La lex artis es el criterio que utiliza el ordenamiento jurídico para determinar si la práctica médica es correcta. Se refiere al conjunto de reglas, técnicas, éticas y profesionales, criterios y prácticas que rigen el ejercicio de una profesión, principalmente la medicina, y que deben ser respetadas por el profesional en el ejercicio de su actividad.
En síntesis, sirve para determinar si un profesional actúa con la diligencia y competencia debidas, con base en los conocimientos y técnicas vigentes y aceptados por la comunidad profesional, respecto a un momento y una situación específica. Esto significa que son estándares que deben aplicarse a las circunstancias únicas de cada caso.
Constituye un factor crucial a la hora de concretar los deberes, responsabilidades y derechos, tanto de los profesionales como de los pacientes o usuarios. Es, en esencia, el estándar de buena práctica médica que se utiliza para la valoración jurídica de la actuación sanitaria.
En el ámbito español, la jurisprudencia del Tribunal Supremo ha señalado que la actuación médica no se juzga únicamente por el resultado, sino por si se ajustó a la lex artis. Esto implica que en ocasiones un paciente puede sufrir una lesión, sin que pueda considerarse una negligencia médica.
La lex artis, por tanto, no es una norma legal única, sino un criterio valorativo que engloba guías clínicas, protocolos, estándares de la comunidad científica, ética profesional y contexto concreto del paciente.
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Principios que conforman la lex artis
Como toda figura jurídica, la lex artis descansa sobre varios presupuestos básicos, los cuales permiten determinar la diligencia exigible a un profesional sanitario. A continuación, vamos a destacar los más relevantes:
Obligación de medios, no de resultados
El profesional sanitario debe aplicar los conocimientos, técnicas y medios adecuados conforme al estado de la ciencia en cada momento. Por ello, no tiene la obligación de garantizar la curación del paciente.
Diligencia, pericia y prudencia
Según este principio, el facultativo debe obrar con la preparación y cuidado que exige su especialidad, conforme al estado de la técnica y a las circunstancias del caso concreto.
Contextualización del caso (ad hoc)
La lex artis exige tener en cuenta la especialidad médica, el entorno asistencial, los medios disponibles, la urgencia de la intervención, la gravedad del paciente y otros factores personales. Se trata de evaluar si la acción del profesional se ajusta al estándar de diligencia, habilidad y prudencia esperable en un caso concreto y tomando como referencia sus variables.
Ha de entenderse como un concepto dinámico, entendiendo el contexto como un factor clave para determinar si un daño derivado de una acción profesional implica negligencia.
Información y consentimiento informado
Un aspecto esencial de la lex artis es la obligación del profesional de informar al paciente de forma adecuada sobre diagnóstico, tratamiento, riesgos y alternativas. La carencia de dicho deber puede suponer infracción del estándar.
Seguimiento y recursos adecuados
No basta con iniciar un tratamiento; debe continuarse el seguimiento adecuado al paciente con medios correctos, vigilancia y reacciones adecuadas ante complicaciones.
Estos principios permiten calibrar si la actuación se ajustó al estándar esperado o si se produjo un alejamiento que pueda revestir responsabilidad.
La lex artis como criterio para valorar la actuación médica
Desde el punto de vista jurídico, debemos entender la lex artis como un criterio de valoración. Este criterio sirve para determinar si la actuación del profesional sanitario se ajusta o no al deber de diligencia exigible. Concretamente:
- En el ámbito de la responsabilidad civil y de la responsabilidad patrimonial de las administraciones públicas, se considera que no basta con que exista un daño. Es preciso que la actuación se apartase de la lex artis para que haya antijuridicidad y, por tanto, responsabilidad.
- En el ámbito penal, la lex artis también actúa como límite en la exigencia de culpabilidad (dolo o imprudencia): si la actuación es conforme a la lex artis, no cabrá responsabilidad penal por imprudencia.
- En la valoración pericial, los informes médicos se basan en comparar la actuación concreta con los conocimientos y protocolos vigentes al momento del tratamiento, es decir, con la lex artis aplicable al caso.
Así, la lex artis presenta relevancia decisiva tanto para valorar la actuación como la eventual responsabilidad. Esto implica que si el profesional sancionado demuestra que obró conforme a la lex artis, puede exonerarse de responsabilidad, incluso si el resultado fue desfavorable.
Relación entre lex artis y negligencia médica
Se entiende por negligencia médica la infracción del deber profesional cuando se incumple el estándar marcado por la lex artis. Además, ese incumplimiento debe causar un daño al paciente y debe existir un nexo de causalidad entre la infracción y el daño.
A continuación, vamos a desglosar los elementos de la relación:
- Negligencia médica. Se considera negligencia cuando el profesional sanitario se aparta de la lex artis y su acción causa un daño evitable al paciente.
- Elementos que deben concurrir:
- Acción u omisión del profesional.
- Daño real al paciente (lesión, secuela, empeoramiento o fallecimiento).
- Nexo de causalidad entre la acción y el daño.
- Vulneración del estándar exigible por la lex artis.
- Obligación de medios y exigencia de resultados. Como hemos visto, la actuación médica implica medios. Por ello, no es suficiente que el resultado no sea el deseable para que se considere negligencia. Por tanto, será necesario probar que no se actuó conforme a la lex artis.
- Responsabilidad sanitaria. La responsabilidad patrimonial se basa en que el servicio se prestó de manera defectuosa. Por tanto, en el ámbito de la administración pública, si no hay infracción de la lex artis, no se considerará una acción objeto de responsabilidad sanitaria.
- Pérdida de oportunidad. A través de la jurisprudencia se ha perfilado esta figura, que se refiere a la pérdida de una expectativa de curación o de mejor pronóstico como consecuencia del incumplimiento de la lex artis. En tales casos, puede llegar a exigirse responsabilidad, aun cuando no haya un daño concreto.
Así, la lex artis funciona como un filtro para distinguir entre un resultado adverso y una actuación negligente. Solo si se constata que la actuación médica no cumplió con la lex artis, la vía de reclamación, ya sea en el ámbito civil, administrativo o penal, puede prosperar.
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