¿En qué consiste el recurso de reposición?
El recurso de reposición es un medio de impugnación administrativa. Permite solicitar al mismo órgano que dictó un acto que lo revoque o modifique, siempre y cuando este acto ponga fin a la vía administrativa.
Está regulado en el artículo 123 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, que establece que es un recurso potestativo. Esto significa que el interesado puede optar entre interponer este recurso o acudir directamente al orden jurisdiccional contencioso-administrativo, saltándose este paso.
Una característica clave es que el recurso de reposición no eleva el asunto a un órgano superior, sino que es el mismo órgano que dictó la resolución el que revisa el acto. Esto permite una rectificación ágil cuando el error es evidente o se aportan nuevos argumentos.
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Cuándo procede el recurso de reposición
Tal y como se concreta en los artículos 123 y 112 de la Ley 39/2015, el recurso de reposición procede frente a actos que ponen fin a la vía administrativa. Se trata de resoluciones de recursos de alzada, acuerdos y otras resoluciones de órganos que no tienen superior jerárquico o cuando una ley lo establece específicamente
Esto implica que, en la práctica, podremos presentar este recurso en las siguientes situaciones:
- Resoluciones sancionadoras firmes.
- Acuerdos sobre responsabilidad patrimonial de la Administración.
- Decisiones que nos deniegan prestaciones o tratamientos sanitarios.
- Resoluciones en materia laboral pública (como pueden ser concursos o expedientes disciplinarios).
Hemos de tener en cuenta que su carácter es potestativo, por lo que no es obligatorio presentarlo en todo caso. No obstante, en ocasiones resulta recomendable interponerlo como paso previo de defensa, ya que puede evitar acudir a la vía judicial, con el consiguiente ahorro en costes y tiempo.
Es especialmente útil en ámbitos sanitarios o patrimoniales donde la Administración reconoce que la vía se agota en sí misma. También en recursos tributarios o locales cuando la normativa así lo establece.
Diferencia entre recurso de reposición y recurso de alzada
Aunque en ambos casos estamos ante recursos administrativos ordinarios regulados por la Ley 39/2015, el recurso de reposición y el recurso de alzada cumplen funciones distintas dentro del procedimiento administrativo.
Por un lado, el recurso de alzada está previsto en los artículos 121 y 122 de la Ley 39/2015 y se interpone contra actos que no ponen fin a la vía administrativa. Este recurso se dirige siempre ante el órgano superior jerárquico del que dicta la resolución y su finalidad es siempre que se produzca una revisión jerárquica de la resolución. Esto es una revisión dentro de la propia Administración y siempre antes de acudir a los tribunales.
En cuanto al recurso de reposición, se regula en los artículos 123 y 124 de la ley 39/2015 y se presenta contra actos que sí agotan la vía administrativa. Por ello, se interpone siempre ante el mismo órgano que dictó la resolución, solicitando su revisión o revocación. Además, su carácter es potestativo, por lo que el interesado puede elegir entre interponerlo o acudir directamente a la vía contencioso-administrativa.
Plazo para interponer el recurso de reposición
Como en cualquier trámite jurídico, el plazo juega un papel fundamental. Esto es porque si vence el plazo sin que se presente el recurso, el acto deviene firme. Si el acto deviene firme, será preceptivo acudir a la vía contencioso-administrativa para la impugnación del mismo.
Los plazos vienen establecidos en el artículo 124 de la ley 39/2015 y son los siguientes:
- Un mes desde el día siguiente a la notificación del acto expreso.
- Si se trata de un acto presunto, en cualquier momento desde el día siguiente a aquel en el que se produce el acto (es decir, si se trata de silencio administrativo).
En cuanto al plazo de resolución, la Administración también dispone de un mes para dictar y notificar la resolución. En el caso de que no resuelva en el plazo de un mes, el recurso se entiende desestimado por silencio administrativo.
En todo caso, es importante tener en cuenta que cumplir los plazos es crucial, ya que un solo día fuera de término puede hacer que el acto devenga firme y ya no sea recurrible por vía administrativa.
Cómo presentar un recurso de reposición
Para presentar un recurso de reposición es recomendable seguir determinados pasos:
1. Identificar el acto a impugnar
Como ya hemos visto, debe tratarse de una resolución administrativa que ponga fin a la vía administrativa. Conviene verificarlo en la propia notificación, donde debe indicarse el tipo de recurso procedente y su plazo.
2. Redacción del escrito
Según el artículo 115 de la ley 39/2015, existen determinados aspectos que todo recurso debe contener:
- Identificación del interesado.
- Acto que se recurre y fecha de notificación.
- Motivos de impugnación (errores de hecho o de derecho, vulneración de normas, indefensión, etc.).
- Petición concreta (anulación, modificación o revocación).
- Lugar, fecha y firma.
En los ámbitos laboral, sanitario o patrimonial, es recomendable aportar documentación de apoyo: informes médicos, contratos, resoluciones previas, peritajes, etc.
3. Presentación del recurso
Se presentará ante el mismo órgano que dictó el acto, en registro físico o electrónico. Debe indicarse expresamente que se interpone “Recurso de reposición”, citando el artículo 123 de la ley 39/2015 como fundamento legal.
4. Solicitar la suspensión (si procede)
Dado que el recurso no suspende automáticamente la ejecución del acto, siempre que la ejecución pueda causar perjuicios graves, podrá solicitarse la suspensión motivada, conforme al artículo 117 de la ley 39/2015.
5. Esperar la resolución
La Administración tiene un mes para dictar resolución. Si no lo hace, se entiende desestimado. En ese caso, el interesado puede acudir a la vía judicial correspondiente.
Recomendaciones prácticas
- Revisa siempre la notificación: en ella se indica si el acto agota la vía administrativa.
- Actúa dentro del plazo: un día de retraso puede cerrar la vía administrativa.
- Aporta pruebas: cada documento puede ser decisivo.
En cualquier caso, y dada la complejidad de la materia, lo más recomendable es solicitar siempre asesoramiento profesional y especializado. Un abogado puede realizar un estudio del caso, e identificar errores formales o sustantivos que refuercen el recurso.
Cómo queda comprobado, el recurso de reposición es mucho más que un trámite: es una herramienta jurídica diseñada para defender tus derechos frente a la Administración, permitiendo corregir errores sin recurrir de inmediato a los tribunales.
No obstante, cada situación requiere un análisis técnico y humano personalizado. En Javaloyes Legal, podemos ayudarte a estudiar tu caso, valorar la viabilidad del recurso y acompañarte en cada paso para proteger tu bienestar laboral, sanitario o patrimonial.
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